Pues hasta ayer tenía decidido al 98% que no quería renovar, porque en un sitio donde he llegado a ir llorando de ansiedad no merece la pena.
Me quedaba el 2% de dudas de: joe, y si me arrepiento porque no encuentro nada, que la cosa está muy mal, que en Madrid Espe la magnífica y Gallardón el grande han recortado muuuuchas subvenciones y han cerrado muchos programas y asociaciones.
Pero ayer mis jefes me reunieron con ellos para contarme que habían hecho un informe negativo sobre mi. He de decir que decirme ésto es lo más honrado que han hecho en todo el curso. Pero claro, lo del tono y el contenido siguiente es otra cosa.
Estuvo muy gracioso, porque nada más entrar, mi 2% de dudas se disipó y me quité un peso de encima. Pero no dije ni una palabra hasta que salí, despidiéndome con un entusiasta ¡gracias! Y a pesar de que decían que era desagradable la situación, yo me estaba riendo a carcajadas por dentro, porque además, al no contestarles, se sentían más incómodos y hablaban más (y peor). ¡Cómo disfruté!
Y bueno, mi ego profesional intacto, porque las razones que me dieron para hacerme un informe negativo son…. ¡tachan, tachan!: Que me ven muy desmotivada, que piensan que estoy buscando otro trabajo y………. (redoble, de más impactante todavía…) que me dejo llevar por mis compañeras! lo que en lenguaje no retorcido significa: os lleváis demasiado bien, habéis hecho un equipo muy bueno y nos sentimos asustados y amenazados por no participar, así que preferimos echar a las que curran bien y quedarnos con la bruja incompetente (porque a otra de mis compis también la han largado y las otras dos están a la expectativa de lo mismo también por su «baja motivación», jeje.). Bueno, y muchas otras cosas que han seguido demostrando su incompetencia (pero muchas, muchas, menuda manera de echarse mierda encima y ni siquiera darse cuenta, jeje).
El caso es que fueron absolutamente incapaces de darme una razón profesional para darme un informe negativo. Ni una solo, ni una pequeña tara (que seguro que las hay, obviamente, pero son tan cegatos que ni lo ven).
Y hoy, que he empezado a llamar a personas con las que trabajo directamente, compis, ex compis o personas voluntarias, todas, absolutamente todas, han flipado muy mucho (porque se lo he contado entero, faltaría más), me han dicho que no lo entienden, que curro muy bien, que están muy contentos conmigo y que me van a echar mucho de menos. Así que tengo la moral por las nubes.
Me da cosilla por las compis que se quedan, porque los jefes están haciendo un gueto de gente incompetente y ellas están ahí en medio, sufriendo, porque también curran bien. Espero que puedan irse lo antes posible y ésta organización ya verá lo que hace. Ése ya no es mi problema.
De momento ya tengo una entrevista la semana que viene para un sitio chulo. Muuuy chulo diría yo. 😀